Cronica / Escándalo diplomático: Bolivia denunció que Macri apoyó con armas al régimen de facto de Jeanine Áñez

Lo aseguró el canciller Rogelio Mayta. Mostró una nota de recepción de balas de goma y gases lacrimógenos por parte de la Fuerza Aérea de su país. Alberto Fernández dijo que siente «dolor y vergüenza» y pidió disculpas en nombre de pueblo argentino.
El gobierno de Bolivia denunció que la administración de Mauricio Macri proveyó de manera clandestina «material bélico» al régimen de Jeanine Añez para reprimir las protestas sociales posteriores al golpe que derrocó a Evo Morales.
La información fue difundida por el canciller Rogelio Mayta, quien difundió una nota de noviembre de 2019 en la que Jorge Gonzalo Terceros Lara, comandante de la Fuerza Aérea Boliviana, agradece a la embajada argentina en La Paz «la colaboración prestada a esta institución armada, en el marco del apoyo internacional entre nuestros países, debido a la situación conflictiva que vive Bolivia».
En la carta, el militar informa al representante diplomático argentino Normando Álvarez García la recepción de 40 mil cartuchos AT 12/70 (antitumulto, conocidos como balas de goma), 18 gases lacrimógenos en spray del tipo MK-9, otros cinco del tipo MK-4 y 121 granadas de gas.
«Mauricio Macri proveyó material bélico al régimen de facto de Jeanine Áñez en 2019 para reprimir la protesta social y consolidarse en el gobieno por la fuerza. Las masacres de Sacaba y Senkata no pueden quedar en la impunidad«, dijo Mayta, citando dos hechos emblemáticos de la represión contra los bolivianos que salieron a la calle a protestar por el derrocamiento de Evo Morales. La denuncia se produce horas ante de que Áñez, acusada de los delitos de terrorismo, sedición y conspiración, deba responder a la Justicia por esos hechos.

El presidente Alberto Fernández respondió mediante una nota dirigida al actual presidente Luis Arce, en la que expresa su «dolor y vergüenza» por estos hechos y pide disculpas en nombre del pueblo argentino. En la carta dice que el material remitido por el gobierno macrista «no puede ser interpretado sino como un refuerzo a la capacidad de acción de las fuerzas sediciosas contra la población boliviana en esos días«.
De todas maneras, Fernández afirma que «guardo para la tranquilidad de mi conciencia haber hecho cuanto estuvo a mi alcance para preservar la vida de Evo Morales, Álvaro García Linera y muchos otros hermanos bolivianos asediados por los golpistas«.
Las masacres de Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto) dejaron al menos una veintena de muertos. Por esos episodios, el fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, tomará declaración a Áñez este viernes en el penal de Miraflores, donde la expresidenta se encuentra detenida: la acusan de haber ordenado la intervención de la Policía y las Fuerzas Armadas contra las manifestaciones populares.
En abril último, Macri habia protestado contra la detención de Áñez porque consideró que «no hubo proceso, fue otro atropello institucional».